contest winners (2022)
Helena Catalán Busquets
Universidad Pompeu Fabra (Barcelona)
Grado en Global Studies
La OTAN, Rusia, China y el orden internacional
La revitalización de la OTAN: China y Rusia, los nuevos desafíos del siglo XXI
El objetivo principal de este ensayo es explorar la relación entre la OTAN, China, Rusia y el orden internacional. La pregunta analítica que inspira este ensayo es: ¿Cómo debería ser la renovación estratégica de la OTAN para hacer frente al ‘ desafío sistémico’ de China y la actual amenaza de Rusia al orden internacional? En primer lugar exploraremos de qué modo China representa un desafío sistémico para la OTAN. En segundo lugar, analizaremos de qué modo Rusia constituye una amenaza para el orden internacional. Finalmente, se discutirá cómo debería ser la transformación de la OTAN.
El objetivo principal es explorar la relación entre la OTAN, China, Rusia y el orden internacional. La pregunta analítica que inspira este ensayo es: ¿Cómo debería ser la renovación estratégica de la OTAN para hacer frente al ‘desafío sistémico’ de China y la actual amenaza de Rusia al orden internacional?
China, un nuevo ‘ desafío sistémico’
El informe ‘’OTAN 2030’’ caracteriza a China como un ‘’desafío sistémico’ (Martín 2022, 22). Como mencionó Theresa Fallon, en la conferencia ‘OTAN, Rusia, China and the international order’, China está jugando ‘tres guerras’: la mediática, la psicológica y la jurídica. Según Wong, su estrategia diplomática se construye sobre un ‘economic soft power’ , visible en la ‘diplomacia de las mascarillas’ y la Iniciativa de la Franja y la Ruta (Martín 2022, 24). China, aunque crítica con el orden internacional, se aprovecha de él para consolidar su poder. Simultáneamente, propone alternativas normativas (‘Beijing Consensus) e institucionales (Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras) extremadamente atractivas para aquellos países también descontentos con el orden liberal contemporáneo. Así pues, su modelo de gobernanza alternativo al occidental, sus políticas militares asertivas en el mar del Sur de China, y sus relaciones cada vez más cercanas con Rusia, hacen que el desafío chino sea tangible la OTAN.
Rusia, un orden de ‘los grandes espacios de desarrollo’
La invasión de Ucrania hace ostensible la amenaza de Rusia al orden internacional. Al uso de la fuerza contra Kiev se suma un lenguaje que niega la existencia de Ucrania como país. Por tanto, Rusia, a través de guerra híbrida (Gunneriusson 2022, 54) ha violado de forma sistemática dos principios fundamentales del derecho internacional: el principio de soberanía (recogido en el artículo 2(1) de la Carta de las Naciones Unidas) y la prohibición del uso de la fuerza (recogido en el artículo 2(4)).
Rusia declara explícitamente su intención de establecer ‘el orden de los grandes espacios de desarrollo’ elaborado por Carl Schmitt: un nuevo concierto de potencias donde solo ‘ las grandes sean consideradas como agentes soberanos que decidan la suerte de los estados más pequeños asignados a respectivas esferas de influencia’ (Gressel 2022, 80). Está dispuesta a restablecer el control imperial sobre su antigua esfera de influencia mediante medios contrarios al derecho internacional. A diferencia de China, Rusia no propone alternativas constructivas, sino una estrategia destructiva para imponer un orden de privilegio hegemónico.
Metamorfosis de la OTAN
Según Macron, ‘’la OTAN se encuentra en un estado de muerte cerebral’ (Kempf 2022, 81). La OTAN es un sistema occidental creado en el siglo XX y que no parece adecuado para las nuevas condiciones estratégicas del siglo XXI. Aprovechando la redacción del nuevo Concepto Estratégico, que será presentado en la cumbre de Madrid, ¿cómo debería ser la revitalización de la OTAN?
Primero, abordar coherentemente el desafío sistémico de China. Es imprescindible alcanzar un consenso entre Europa y Estados Unidos respecto la agenda de la OTAN en el Indo- Pacífico. Mientras que Washington defiende una estrategia de contención de su enemigo chino, muchos países europeos buscan la colaboración (debido a la importancia de mantener sus relaciones comerciales con Beijing). La renovación de la OTAN debe basarse en un juego de equilibrios, entre la contención y el compromiso.
Segundo, promover la democracia y un sistema basado en reglas. En la luz de una Rusia autocrática y agresiva, que viola de forma sistemática las normas y principios del derecho internacional, la prioridad de la Alianza Atlántica debe ser ensalzar los valores democráticos. Primero, garantizando el mantenimiento de las democracias Atlánticas. Según Kempf, ‘la principal prioridad de las democracias atlánticas debe ser ordenar sus propias casas’ (Kempf 2022, 90). Segundo, reforzar su política de ‘socios alrededor del mundo’, cooperando activamente con países/ organizaciones de ideas afines fuera de la Alianza. Tercero, profundizar y fortalecer la cooperación con la Unión Europea.
Tercero, debilitar la alianza sino-rusa. Aunque Beijing y Moscú han forjado una relación de solidaridad, la OTAN debería explotar el punto débil de esta unión: su asimetría.
Mientras que China es una potencia en ascenso, Rusia es ‘el socio menor’ de esa alianza. Para generar su distanciamiento, la OTAN debe ser demostrar a Moscú que su acercamiento a Occidente puede ser más beneficioso que su alianza con China. Para ello, la cuestión energética es una herramienta clave: el comercio de Rusia con la Unión Europea todavía representa un 40% de su comercio exterior (Kupchan 2022, 16).
Finalmente, debe adoptar un carácter preventivo y holístico. Para afrontar retos globales en un mundo interdependiente, su función no debe limitarse a la reacción y a cuestiones de naturaleza explícitamente militar y/o de defensa. Debe comprender que dinámicas aparentemente no militares (la supresión de derechos humanos y ataques cibernéticos en China; o la represión inteligente empleada por Rusia) representan una amenaza para la seguridad de la comunidad internacional y el mantenimiento del orden actual.
Referencias
Martín, N. (2022). ‘China, nuevo desafío sistémico’. La Vanguardia: OTAN Refundarse o Morir (Número 82, Enero/Marzo 2022).
Gunneriusson, H. (2022). ‘Guerra híbrida’. La Vanguardia: OTAN Refundarse o Morir (Número 82, Enero/Marzo 2022).
Gressel, G. (2022). ‘La amenaza de Rusia’. La Vanguardia: OTAN Refundarse o Morir (Número 82, Enero/Marzo 2022).
Kempf, O. (2022). ‘’¿Existirá la OTAN en el 2030?’’. La Vanguardia: OTAN Refundarse o Morir (Número 82, Enero/Marzo 2022).
Kupchan, C. (2022). ‘Una Alianza Atlántica para el siglo XXI’. La Vanguardia: OTAN Refundarse o Morir (Número 82, Enero/Marzo 2022).